domingo, 13 de octubre de 2013

Las tribunas de Talleres

“Talleres” tiene nombre de trabajo. No es un nombre vinculado a algún apellido ilustre, o su denominación remite a un individuo determinado, como otros clubes de la zona. Esto no es mejor, ni peor, simplemente es así. “Talleres”, es un nombre que representa un colectivo, un conjunto, un grupo.

Para 1926, y tras una brillante campaña que lo consagró campeón invicto en 1925, Talleres jugó por primera vez en la máxima categoría de la Asociación Amateurs Argentina de Football. Era su último año en la vieja cancha de Marco Avellaneda, Méndez, Vidal y Quirno Costa; ya que la sucesión dueña de esa manzana había decidido vender los terrenos. Los directivos albirrojos, encabezados por el presidente Lorenzo Lainatti, aceptaron la oferta de la familia Fernández, dueña del espacio donde Talleres tenía su cancha, y comenzaron a pagar un terreno ubicado entre las actuales calles Rosales, Timote, Lituania y Gaboto.

Una vez comenzado el campeonato y a sabiendas que en menos de un año Talleres debería hacer las veces de local en su nuevo reducto, el esfuerzo colectivo de sus asociados motivó que un grupo de éstos, se pusiera al frente de una tarea notable: ante la ausencia de tribunas en el viejo field, un conjunto de hombres de “Talleres” , encabezadas por los directivos Miguel Galech ( socio de Talleres desde enero de 1914), Juan Roselli ( socio albirrojo desde marzo de 1920) y Santiago Cánepa comenzaron en mayo de 1926  la construcción de una tribuna, de 25 metros de largo y 22 escalones de alto, con capacidad para 1.200 personas.

Así mencionó el periódico local “La Idea” en mayo de ese año: “Las tribunas: a causa del mal tiempo, las tribunas de Talleres no estarán listas para mañana por lo cual no serán inauguradas a pesar de que se tratará de dejar una parte terminada para que se pueda utilizar. En su construcción se sigue trabajando activamente, dando una idea del entusiasmo que existe entre los trabajadores honorarios, el hecho de haberse trabajado el sábado hasta las 3 de la madrugada.
Merecen un aplauso.

finalmente, la tribuna se inauguró el 11 de julio de 1926, en ocasión de la derrota 2-4 frente a Racing Club.
Poco les habrá importado a aquellos esforzados asociados el escaso tiempo que las tribunas se levantarían en el viejo field. A pesar que al año siguiente, Talleres debió mudarse, y trasladar las tribunas a su nueva casa, aquellos hombres de trabajo, cumplieron con su labor.

Casi noventa años después, un grupo similar, de esforzados socios de Talleres, pero con otros apellidos, hizo posible la construcción de tres nuevas tribunas de cemento, en una institución que en agosto de 2003 contaba con escasas posibilidades de mantenerse en pie. El presente y futuro de Talleres, afortunadamente, gracias a su gente, es otro.¿ Quien lo hubiera dicho, en agosto de 2003 ? el impulso, la determinación, y la energía creadora de la gente de “Talleres” lo hizo posible.

Para celebrar, para emocionarse y para tener presente la historia de “Talleres”, tenemos que estar en Timote y Castro el miércoles a las 19:00 hs. Talleres se ilumina, por nosotros, por Talleres.

Por su historia, que no es poco.
Ariel Cappelletti
socio 20.581