miércoles, 6 de julio de 2011

Talleres celebrará sus 105 años de vida el próximo 7 de agosto

Talleres se prepara para festejar los 105 años. La fecha original del 31 de julio se pasó para el domingo 7 de agosto, debido a las consecuencias del temporal del lunes 25, que produjo daños en las instalaciones del club.

La información referida a los festejos, está publicada en el sitio oficial de la institución
www.talleres.org.ar


“Cumple años el hincha apasionado que lleva dos vidas: la de todos los días, la rutina y la maravilla que sucede en sábado, del que piensa que es el único día impostergable. Cumplen años aquellos que estando lejos abren un cajón y conmovidos encuentran la camiseta que usaron y las fotos que lo certifican. Brindan todos aquellos que alguna vez se pusieron o se ponen la utopía al hombro y trabajaron y trabajan para que Talleres crezca. Cumple años el barrio; cien años de compañía, de apoyo, de voz. Más de 100 años de espejo, de expresión, de cobijo, de vida. Talleres y Escalada, cumplen años juntos; no existe el uno sin el otro. La ciudad, sin el club sería distinta (…) cada vez que cumple años Talleres, cumple años la alegría”.

En “Cumpleaños con historia", Tallarines en su salsa, Guillermo Ronnöw, edición del autor. 2011.


Compartimos una breve investigación, para poner al alcance del hincha de Talleres y de los amantes de la historia del fútbol, como fueron los festejos del ascenso albirrojo, obtenido a Primera División en 1925 cuando Talleres aún no tenía 20 años.

Talleres había vencido 1 a 0 a San Telmo, tras la recordada final por el ascenso a la máxima categoría disputada en el seno de la Asociación Argentina Amateurs. El conjunto de Escalada venía arrastrando dos frustraciones consecutivas (tras haber perdido sendas finales con Excursionistas y Liberal Argentino), pero la tercera fue la vencida y Talleres llegó a Primera.

La comisión directiva de aquél entonces, presidida por Lorenzo Lainatti e integrada, por Pablo Comelli, Guillermos Pyke, Jorge Rezzoagli, Miguel Galech, Juan Rossi y Cristóbal Abad, entre otros, decidió en diciembre de 1925, otorgar una medalla y reloj de oro al plantel que consiguiera el máximo logro futbolístico en la historia de Talleres. Aquellos que obtuvieron su recompensa fueron: Juan Nelusco Perinetti, Luis Devoto, Carlos Pedroni, José Ravizza, Olegario Viegas, José Moneta, Enrique Serramía, Rodolfo García Bianchi, Adolfo López, Carlos González, Armando Artigas, Rogelio Minondo, Joaquín Armesto y Carlos Lalauretti. Por aquellos días de noviembre de 1925, además de las habituales misivas de felicitación por el logro obtenido que llegaban hasta Escalada de parte de otros clubes, se llevaron a cabo los festejos por el campeonato, y muchos asociados colaboraron para llevar a cabo dicha reunión, cediendo para ello una suma importante de elementos comestibles y bebestibles: cinco asociados donaron 7 costillares, seis corderos, dos cajas de cigarrillos, y abundante bebida ( la cervecería Palermo colaboró donando 100 litros de cerveza), destacándose los 50 litros de vino que donó el asociado Chiavenna, y la enorme cantidad de cerveza, sumando mas de 350 litros de aquella bebida. Por último, un grupo de socios cedieron para la celebración 100 kilos de pan y barras de hielo.

Además, quienes dirigían los destinos de la institución, estaban madurando el proyecto de adquisición del campo de deportes, donde Talleres asentaría definitivamente su lugar: Timote y Castro, fue el predio propuesto por los dueños de esos terrenos, la sucesión de Martín Fernández- que fuera socio honorario del club-. Dicho proyecto fue presentado en Enero de 1926, y para 1927, Talleres comenzó a jugar sus encuentros por la máxima categoría en el actual terreno de juego, dejando atrás y para siempre la cancha delimitada por las calles Méndez, M. Avellaneda, Q. Costa y Machado . Como corolario de aquella jornada de ascenso, durante los primeros meses de 1926, fundamentalmente en marzo y abril, antes del inicio de la temporada futbolística, Talleres sumó más de 400 socios, quienes ante la nueva situación inédita vivida por el club, se sumaron en masa para seguir la campaña del equipo en la máxima categoría. Según marcaban los estatutos albirrojos, los socios debían ser propuestos en Comisión Directiva –presentados por otro socio-, y ésta los aceptaba.

Talleres tuvo un auspicioso debut en Primera el 4 de abril de 1926, cuando enfrentó en la vieja cancha a Estudiantil Porteño, al que venció 3 a 0.

Pero esa es otra historia.