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domingo, 14 de diciembre de 2014

El especialista


Talleres cumplió su mejor campaña en primera división en 1930, cuando sobre un total de treinta equipos, compartió la cuarta colocación con San Lorenzo. Ambos con 51 puntos, aunque la diferencia de gol favoreció al conjunto porteño. Fue fundamental el aporte del arquero internacional Ángel Bosio: la “maravilla elástica”  atajó siete de los nueve penales que le patearon. Sólo le convirtió Héctor Pi, de Estudiantes de Buenos Aires, y además Enrique Ruffo, delantero de Argentinos Juniors, marró frente a Bosio desde los doce pasos. Una performance extraordinaria.

Compartimos el detalle de los penales que atajó el fenomenal arquero tallarín.

Por la tercera fecha del certamen, jugada el domingo 6 de abril, en Timote y Castro, en momentos que Talleres vencía 2 a 1 a San Lorenzo, a los 40’ del primer tiempo Angel Bosio le detuvo un penal a Luis Monti.El encuentro finalizó 2 a 2. Hugo Lamanna y Julio Novella marcaron para Talleres.

A la semana siguiente, el once albirrojo visitó a San Fernando. Talleres goléo al conjunto del norte de Buenos Aires 4 a 0 y nuevamente marcaros los delanteros albirrojos Hugo Lamana -destacándose los tres tantos del cañonero tallarín- y Julio Novella. Otra vez, a los  40' del primer tiempo, Angel Bosio detuvo un penal. Paulino De Vicente, zaguero del elenco local había pateado desde los doce pasos.

Ángel Bosio sólo estuvo ausente en dos encuentros del certamen de 1930. Aunque podría creerse que fue debido a su participación en el seleccionado argentino en el mundial de 1930, tal circunstancia no aconteció, pues Talleres solicitó que los partidos que debía disputar entre el 13 y 30 de julio –fechas entre las que debía jugarse el mundial- fueran postergados, amparándose en la reglamentación vigente.

Hubo que esperar hasta la decimosexta fecha para que Bosio se luciera nuevamente. Se disputó el 14 de setiembre y Talleres visitó a Colegiale, en su cancha de Teodoro García y Giribone. Fue empate 0 a 0 y a los 6’ del primer tiempo, Angel Bosio le detuvo un penal al centrodelantero local Carlos Giúdice.

Huracán fue el rival de Talleres en Timote y Castro en la vigésima segunda fecha. Jugada el domingo 19 de octubre, fue empate 2 a 2.  Julio Novella abrió el marcador a los 15’ de la primera parte, y sobre los 39’ Ángel Bosio se lució al atajarle un tiro penal a Guillermo Stábile, goleador de la selección argentina en el recientemente finalizado mundial de Uruguay. Finalmente Hugo Lammana marcó el empate de Talleres, tras tantos del propio Stábile y Onzari para los de Parque Patricios.

Por la decimoséptima jornada, jugada el domingo 9 de noviembre Talleres recibió a Argentinos Juniors. El juez Pablo Rotondo le otorgó un penal a la visita a los 25’ de la primera parte. El puntero derecho del elenco visitante, Enrique Ruffo se hizo cargo de la ejecución de la pena máxima y desvió su remate. El uruguayo Luis Zubizarreta había puesto en ventaja mediante un penal a Talleres, a los 20’ del primer tiempo.

El 14 de diciembre Talleres visitó a Sportivo Barracas en su estadio de Iriarte y Luzuriaga. En momentos en que Talleres vencía 2 a 1, con goles de Luis Zubizarreta de penal (15’ del primer tiempo) y Hugo Lamanna (30’ de la primera parte), a los 10’ del segundo tiempo, Ángel Bosio le detuvo un penal al zaguero Felipe Cherro.

La trigésima tercera fecha se jugó recién el 22 de marzo de 1931. Talleres visitó a Almagro: el encuentro estaba igualado 0 a 0, y a los 42’ del primer tiempo Angel Bosio le detuvo un penal a Félix Cerrudo, puntero izquierdo del local, que jugaría para Talleres en 1932 y 1933. Almagro se puso en ventaja y en una ráfaga de cuatro minutos, Talleres marcó tres goles para quedarse con una victoria impensada. Carlos D’Abatte, a los 38’ y Hugo Lamanna a los 40’ y 41’ señalaron los goles albirrojos.


El único penal que le convirtieron

En la vigésimonovena fecha, Talleres recibió en Timote y Castro la visita de Estudiantes, que se había fusionado en junio de ese año con Sportivo Devoto. El partido se jugó el 21 de diciembre, y Talleres venció 3 a 1, con tantos de Eduardo Vázquez y cuando no, dos goles de Hugo Lamanna- uno de ellos de penal- El penal que convirtió el zaguero central Héctor Pi, fue a los 40’ de la primera parte, cuando Talleres vencía 2 a 0.

domingo, 27 de febrero de 2011

Javier Zanetti tapa de El Gráfico


La revista "El Gráfico", decana de las publicaciones deportivas argentinas, dedicó su tapa del mes de Febrero a Javier Zanetti, el jugador surgido de las divisiones inferiores albirrojas.
Javier es el futbolista que más encuentros disputó con la camiseta de la selección argentina.

La publicación mensual, en su edición 4.407, le realizó una extensa nota a Zanetti, que incluye opiniones del actual técnico de Talleres, Norberto D'ángelo y Roberto Ayala. Además hay un análisis de su carrera y de sus logros notorios y asombrosos. Zanetti es un ejemplo de profesionalismo: su vigencia y su identificación con uno de los clubes más importantes del mundo es todo una excepción en épocas en que los jugadores cambian de club cada seis meses.


Algunos de sus logros

-Jugador con más presencias en la selección argentina: 139 partidos jugados


-Más de 520 partidos jugados en el Inter italiano en la serie "A".



-Como capitán del Inter lleva 12 años consecutivos, record en la historia del club.



-Ganó 15 títulos con el Inter: 5 scudettos, 3 copas Italia, 4 supercopas italianas, 1 copa Uefa, 1 Champions League y un mundial de clubes..



-Jugador extranjero con más presencias en la serie "A" italiana.



-Al 24 de enero de 2011 llevaba jugados 977 partidos en toda su carrera, desde que debutó en Talleres.



miércoles, 5 de enero de 2011

Jorge Titonell


Titonell, Jorge. Half izquierdo. Nacido el 30 de Septiembre de 1914. Su trayectoria futbolística, comienza en la quinta división del club Progreso de Lomas, actuando como puntero izquierdo. De ahí pasó a la Cuarta de Temperley, y en 1931, pasó a Talleres. Ahí jugó 10 encuentros en la cuarta especial, hasta que debutó en Primera en un encuentro entre Racing y Talleres, correspondiente a la Fecha 29 del torneo de ese año, disputado el 8 de Diciembre.

Es el único jugador que disputó la totalidad de los Campeonatos Profesionales de Primera División en los que participó Talleres.

Debutó en un partido de la segunda rueda del Torneo de 1931, como insider derecho. En ese mismo año jugó otro encuentro más en su posición habitual. En 1932, estuvo en 24 partidos, de los cuales intervino en 17 como half derecho. Se afianzó como titular en 1933, ya que completó 27 presencias (en Febrero de ese año, tenía todo acordado para incorporarse a Gimnasia de La Plata, pero Talleres no le cedió el pase). Estuvo en la Unión Talleres-Lanús de 1934, y disputó 32 partidos. Continuó en Talleres en 1935, desempeñándose en 29 ocasiones. Jugó 24 partidos en las Copas de 1936. En 1937 estuvo en 32 encuentros (ese año, fue parte de Gimnasia de La plata, en una gira que esa institución realizó a Perú a finales de 1937).

Para 1938 participó de 30 partidos. Concretado el descenso de Talleres, junto a Máspero y Salomón, fue parte de una gira que Racing realizó por Chile en Diciembre de 1938.

En 1939 pasó a Huracán,( junto a Valentín Saldomando, en una transferencia conjunta a cambio de 12.000 pesos, según Memoria y Balance de Talleres de 1939) donde se mantuvo hasta 1946. En el equipo de Parque Patricios jugó 204 partidos. El Total de su campaña comprende 404 partidos.En 1939, disputó los 34 partidos del certamen.para 1940 jugó 32 partidos. En 1941 jugó 31 partidos. Para 1942, jugó 25 veces. En 1943, estuvo en 30 encuentros. Para 1944, estuvo en 24 partidos, en 1945 en 29 ocasiones.

Ganó, además, las Copas Adrián Escobar de 1942 y 1943 y la Copa Competencia de 1944.

Además es el jugador de Talleres con más presencias por Torneos de Primera división, ya que estuvo en 200 partidos.

También jugó 4 partidos en la selección. Siendo jugador del equipo albirrojo, integró el combinado nacional el domingo 20 de Enero de 1935, en un amistoso que Argentina empató 2 a 2 con Uruguay. Mientras se desempeñaba en Huracán jugó 3 encuentros más.

Culminó su carrera en el Ascenso jugando para Temperley en 1947. Actuó en 28 partidos.



Todas las imágenes corresponden al paso del futbolista por los tres equipos: Talleres, Huracán y Temperley.

lunes, 30 de agosto de 2010

Francisco Varallo, el temor de los arqueros de Talleres


En la mañana de hoy falleció uno de los más grandes goleadores del fútbol argentino: nos referimos a Francisco Varallo, que alcanzó el siglo de vida, y era el último sobreviviente de la final del primer campeonato del mundo, disputado en Uruguay en 1930, y en el que Talleres tuvo un representante, el extraordinario arquero Ángel Bosio.


Varallo fue un gran verdugo de los arqueros tallarines, un verdadero motivo de temor cada vez que enfrentó a Talleres, atacando con la divisa de Boca.


Entre 1931 y 1933, anotó en todos los encuentros que jugó, y siempre convirtió mas de un tanto por encuentro: en 1931, Varallo le marcó 4 goles a Talleres,. Al año siguiente Bosio y Vissini, arqueros albirrojos fueron derrotados en 5 ocasiones por sendos goles de Varallo.


Para 1933, marcó identica cantidad de goles: cinco. Durante la disputa del certamen de 1934, en el cual Talleres jugó fusionado con Lanús, Varallo marcó sólo un tanto en los tres partidos que disputó. A pesar de haber disputado los dos encuentros del torneo de 1935, no marcó goles. Retomó su habitual eficacia frente a la valla de Talleres, al marcar dos tantos en 1936.


Durante 1937 convirtió en una ocasión. No estuvo presente en los partidos de 1938, cuando una lesión perturbaba su carrera, y reapareció en la reserva de Boca para 1939, enfrentando a Talleres, y en uno de los últimos partidos de su carrera, en un campeonato de segunda que tenía equipos de esa categoría y reservas de primera. Fue su último partido frente a Talleres y no marcó goles.


Su eficacia goleadora se tradujo en 18 tantos en 15 partidos frente al equipo de Escalada. Sin dudas una performance extraordinaria,que resalta aún más en épocas de centrodelanteros sin gol. Vale nuestro recuerdo para él.


La imagen que acompaña el posteo, es una tapa de la revista “El Gráfico”, que homenajeó a los tres máximos goleadores del torneo de 1932: nuestro máximo goleador, Hugo Lamanna, el artillero boquense Francisco Varallo, y el temible shoteador, Bernabé Ferreyra.



jueves, 1 de julio de 2010

Diccionario de Talleres


La elaboración de este diccionario, alcanza a la totalidad de los jugadores que defendieron la camiseta de Talleres, durante el período que abarca los Campeonatos de la Primera División del Fútbol Profesional de Argentina, que se disputaron entre 1931 y 1938.

Es un trabajo realizado con esfuerzo, paciencia, dedicación y pasión, que intenta poner al alcance de todos los hinchas de Talleres, una parte de su rica historia que merece ser contada.

Desde este espacio, buscamos contribuir al sostenimiento del sentimiento por los colores y el barrio, además de hacer de público conocimiento algunos aspectos que no alcanzan la dimensión que realmente poseen.

Sepan que la multiplicación de este trabajo, además de estar totalmente permitida, es estimulada por su autor, Ariel Cappelletti, para ponerlo al alcance de todos.Cualquier comentario, aporte, o sugerencia es bienvenida. Desde este espacio, nos interesas conocer la opinión del simpatizante de Talleres.

El contacto es
talleresdeescalada@yahoo.com.ar

Breve aclaración: Las denominaciones que corresponden a la posición de los jugadores, obedecen a las clasificaciones que se utilizaban por esos años.Por ejemplo, los Backs serían hoy los Zagueros centrales. Los Halfs, actuarían como marcadores de punta. La posición de centromedio, correspondería al volante central. Los Insiders, serían los volantes por los costados, aunque cumplían una función más ofensiva. Los wings, se desempeñarían como punteros, y el centrodelantero, sigue siendo el “número 9”.

Para las situaciones en que algún jugador alternó posiciones sin poder establecer cual era su puesto de forma más o menos exacta, se lo denominó de manera genérica (por ejemplo, volante).

Además los datos correspondientes a cada jugador, abarcan , para el caso que los hubiera, sus campañas en el Fútbol de Ascenso.


…Del Barrio Los Talleres….Para El Resto Del Mundo…


En la imagen aparece José Salomón, jugador de Talleres y capitán del seleccionado nacional.



martes, 30 de junio de 2009

Los jugadores de la segunda rueda



Talleres utilizó 21 jugadores durante la segunda rueda del Campeonato de 1931.


El puesto de arquero, fue propiedad de Ángel Bosio, que disputó la totalidad de los 17 partidos , en los que le señalaron 36 goles.
En la imagen, aparece en la Tapa de "El Gráfico", en su edición del 12 de Julio de 1930


Utilizó dos zagueros centrales derechos: Francisco Paola, que estuvo en los primeros 5 encuentros, y luego se afianzó Nicodemus Allan ( parte de la defensa albirroja desde 1926)

que jugó12 partidos.


En el puesto de zaguero central izquierdo, hubo sólo un jugador: José Ravizza, presente en los 17 encuentros de la segunda parte del campeonato.


La posición de half derecho, tuvo algunas variantes: Donadi, fue el titular en las primeras 11 fechas. Además jugaron Madero (lo hizo en 5 partidos), y Brión , aunque sólo disputó 1 encuentro.


La posición de centromedio, mostró algunas modificaciones, aunque el dueño del puesto fue el temperamental Óscar Rodríguez. El defensor de Pergamino, estuvo en 13 partidos , en los que señaló un gol .

También jugaron Pascual Sirio y Dante Madero ( cada uno disputó 1 encuentro. Madero señaló 1 gol).

Por otra parte, destacamos el debut de Francisco Angeletti, de las divisiones inferiores albirrojas y futuro baluarte del primer equipo en torneos posteriores. “Pancho”, disputó 2 partidos.

Como half izquierdo, Ramón Brión estuvo en 13 partidos. También jugaron Donadi (sumó 2 presencias), y Jorge Titonell disputó 1 partido.


Talleres utilizó 2 jugadores en el puesto de puntero derecho.


Hugo Lamanna, participó de los primeros 4 partidos, con 2 goles. Luego el titular fué Valentín Martínez,que estuvo en 13 partidos.


El puesto de interior derecho, tuvo a Oscar Donato como principal protagonista:el delantero de Pergamino, marcó 5 goles en los 14 partidos que disputó.

Además jugaron en ese puesto, Hércules Cilento (en 2 encuentros en los que señaló 2 goles), y Jorge Titonell que disputó 1 encuentro, en su debut en la primera de Talleres. Se convertiría luego en un valor fundamental en los equipos de Talleres, ya que estuvo presente en todos los campeonatos que disputó el equipo de Escalada en el profesionalismo en Primera División, siendo el único jugador que ostenta este privilegio, y también el único que disputó 200 encuentros con la camiseta albirroja en la máxima categoría.


Algunas modificaciones sufrió el puesto de centrodelantero: Hércules Cilento, estuvo en 11 partidos, y marcó 5 goles. Hugo Lamanna estuvo en 2 encuentros, y sobre el final de la segunda rueda, Lucífero se adueño del puesto. El goleador surgido de las divisiones inferiores de Talleres, sumó 4 presencias, y señaló 2 goles.


Una suma de variantes se dio en el puesto de interior izquierdo: el uruguayo Zubizarreta estuvo en 9 partidos , en los que señaló 3 goles. Oscar Nogués se mostró sumamente efectivo, ya que convirtió en 3 ocasiones, en igual cantidad de partidos. Hércules Cilento que pasó por los 3 puestos centrales de ataque ( e incluso sumó una presencia completa, ya que estuvo en los 17 encuentros de la segunda rueda), disputó 4 partidos y convirtió 2 goles. E. Vázquez sólo estuvo en una ocasión.


Finalmente, en la posición de puntero izquierdo, el titular fue Hugo Martínez, que disputó los primeros 12 partidos. Luis Zubizarreta, estuvo en 1 encuentro, y los 4 partidos finales, los jugó Germán Romero, ascendido por los dirigentes de Talleres a la Primera división.



Partidos jugados

Ángel Bosio 17
Hércules Cilento 17
José Ravizza 17
Ramón Brión 15
Oscar Luis Donato 14
Leonardo Donadi 13
Valentín Martínez 13
Óscar Rodríguez 13
Nicodemus Allan 12
Hugo Martínez 12
Luis Zubizarreta 10
Dante Madero 6
Hugo Lamanna 6
Francisco Paola 5
Vicente Lucífero 4
Germán Romero 4
Oscar Nogués 3
Francisco Angeletti 2
Jorge Titonell 2
Pascual Sirio 1
Eduardo Enrique Vázquez 1.


Goleadores


Cilento 9
Donato 4
Nogués 3
Zubizarreta 3
Lucífero 4
Lamanna 2
Rodríguez 1
Madero 1

martes, 19 de agosto de 2008

Jugadores de Talleres que fueron tapa de "El Gráfico": José Salomón


En esta tercer entrega referida a los jugadores de Talleres que surgidos de sus divisiones inferiores albiirrojas , fueron tapa de "El Gráfico" vistiendo otras camisetas, nos referimos a José Salomón, quien aparece luciendo la camiseta de la Seleccion, en la edición de la revista del 23 de Enero de 1943, junto a Porta y Muñiz, dos jugadores uruguayos.


José Salomón, fue uno de los grandes zagueros de la historia del fútbol argentino. Surgido del semillero albirrojo, debutó jugando 2 partidos para la Unión Talleres- Lanús de 1934...



... casualmente, el último de la Segunda Rueda, y el último encuentro de la Tercera Rueda. Continuó en Talleres para 1935, actuando como Back izquierdo en 6 ocasiones. Por las Copas de 1936 jugó 24 partidos. Durante el Torneo de 1937 estuvo en 32 encuentros. En 1938 intervino con 29 participaciones.
Al año siguiente pasó a Racing, contratado junto a Máspero. Mientras su compañero de zaga sólo disputó algunos partidos, Salomón se consolidó como titular y jugó de forma consecutiva durante los torneos de 1939 a 1945, en los que sólo estuvo ausente en 3 ocasiones. Nunca fue expulsado.

Su Campaña en Primera división comprende 310 partidos, de los cuales 93 fueron con la camiseta de Talleres, y otros 217 los jugó en el conjunto de Avellaneda.

En 1947 jugó en Liverpool de Uruguay.

Además fue titular indiscutido en la Selección Nacional, ya que actuó en 44 encuentros internacionales, siendo además el Capitán de Argentina. Su último partido fue el Domingo 1 de Febrero de 1946, en un encuentro frente a Brasil, en el que a los 28 minutos, tras chocar con un jugador brasileño, sufrió la fractura de una pierna.

Se retiró jugando en Talleres, cuando tenía 33 años. Intervino en 9 partidos por el Torneo de Ascenso de 1950.


SALOMÓN FUTBOL CLUB

(Felix D. Frascara – El Gráfico – 21 junio, 1940)

Borocotó fue una tarde a ver jugar a Talleres, años atrás, y en el comentario dijo que ese club debería llamarse “Salomón Fútbol Club”.
José Salomón tiene solamente 23 años. Nació en La Plata el 9 de julio de 1916.

A los diez años, más o menos, pasó a vivir en Remedios de Escalada y allí empezó a practicar el único deporte que siempre le interesó: el fútbol. El padre es árabe –de ahí el apellido- aunque desde la edad de un año está en nuestro país; la madre es italiana y de ese matrimonio internacional nacieron ocho hermanos: cuatro mujeres y cuatro varones.

- ¿Ninguno de sus hermanos juega al fútbol?
- Les gusta, sí, y juegan... pero no pudieron salir del potrero. Trabajan. El único vago soy yo...

¡El único vago! Eso es muy bueno. El, el único vago, con el dinero ganado jugando al fútbol le ha comprado ya la casita donde viven los padres.
Banfield fue el primer club donde jugó Salomón. Era en la quinta división y actuaba de back y de forward, pero muy pronto se radicó definitivamente en la zaga.

- Estuve un año en Banfield y pasé a la cuarta de Talleres. Desde entonces, hasta el año pasado, formé pareja con ese gran compañero y excelente jugador que es Alberto Máspero. Ascendimos juntos a segunda división. Máspero fue pasado a primera antes que yo. Nos volvimos a reunir en 1937. Seguimos juntos ese año y el siguiente. En 1938 Talleres descendió. No pudo evitarse...

Salomón evoca su actuación en el club del sur y lamenta que ya no esté en primera. Recuerda los nombres de Angel Bosio, de Titonell, Maiola, Troncoso, Larretchart, Del Giudice, Flamini, que fueron sus compañeros de team.
Cuando terminó la temporada de 1938, Racing se interesó por la pareja de backs de Talleres. Salomón y Máspero pasaron a vestir la blanca y celeste. Jugaron a prueba algunos partidos –contra el combinado que fue a Brasil y contra el San Cristóbal- y satisfizo la actuación de los dos.

- Lástima que Máspero no pudo seguir. Jugó un solo partido oficial en la primera. Los nervios lo perjudicaron. Le salía una jugada mal y ya no había manera de enderezarlo. Pero es bueno y tiene que dar mucho. Yo creo que va a volver.

Salomón quedó firme en su puesto. Era el hombre que faltaba a la zaga racinguista. Después de Máspero tuvo por compañero a Scarcella, a Juárez más tarde y por último hasta la fecha, nuevamente a Scarcella.


El Gráfico 31 diciembre, 1948

Ahí lo tienen de cuerpo entero al que fuera capitán de Racing y de los seleccionados argentinos hasta que una lesión, en el último sudmericano disputado en Buenos Aires a comienzos de 1946, lo alejó de nuestros fields. Pero se encuentra en actividad todavía. Es decir, se encontraba, porque también en la otra banda se produjo una huelga y lo dejó parado. Como dice el propio José es un inconveniente, porque atraviesa una edad en que pararse es oxidarse. Viene bien el recuerdo de una expresión antigua: “En fútbol a los veinte años se puede parar un tiempo; a los treinta hay que seguir corriendo”. Y José Salomón tiene 32. Sí, señor, nada más. Como era jovencito cuando se destacaba en Talleres en pareja con Máspero, se supone que es de más edad. Sin embargo la libreta de enrolamiento no miente y ella reza de que José Salomón nació el 9 de julio de 1916. Cuando fue a jugar al Uruguay por Liverpool, expresó: “Sí, es así nomás: 9 de julio de 1916”.
Pensando en la fecha tenemos que convenir en que fue un predestinado: tenía que ser capitán argentino para honrar el día de su nacimiento. Y tenía que vestir los colores argentinos por partido doble: en Racing y en los seleccionados en la forma en que lo hizo, con absoluta eficiencia y con toda corrección. Una sola vez lo echaron de una cancha, en el estadio Centenario de Montevideo en match internacional, y fue por una confusión del árbitro. Se encararon dos adversarios y Salomón, como capitán, acudió presuroso a evitar incidente mayor. Y allí vino el error. Damos fe de ello porque estábamos presentes. El propio referee lo comprendió después.

Venía jugando bien en Liverpool porque José es de los que se cuidan, de los que no aumentan de peso y de los que llevan el fútbol en la sangre. Hubiera podido seguir un tiempito en nuestro medio, pero no se le tuvo confianza, lo que constituyó un grave eror. No se admitió que pudiera volver luego de aquel ingrato suceso acaecido el 10 de febrero de 1946, cuando el estadio de River Plate se estremeció de angustia al ver que su capitán era retirado del field con una pierna fracturada.

No se vio más en nuestras canchas su estampa recia, su quite seguro, su juego de hombre que defiende los últimos baluartes; pero quedó el recuerdo que acreció en el correr del tiempo. Supimos, sí, que en la otra banda seguía jugando muy bien; porque donde hubo tanto fuego tenían que quedar llamitas que se resisten a apagarse. La calidad saca pecho frente a los años, los que, al fin de cuentas, no son tantos, ya que tenemos todavía en campos de estos lares algunos con la misma edad de Salomón y que siguen siendo firmes valores.

En Liverpool se la ha tratado con sumo cariño. El zaguero tiene palabras de reconocimiento para la entidad y para todo el ambiente montvideano, en donde se le quiere y se le respeta. Se estima su calidad hasta el punto de que antes de producirse el litigio que paralizó las actividades futbolísticas se le habló para actuar en Peñarol. El dato corrobora plenamente los informes que teníamos acerca del rendimiento de Salomón.



SALOMÓN: el señor del área

Le llamaban "el gran capitán". Y eran tiempos en que la capitanía no era simplemente un título, sino que encerraba un simbolismo. José Salomón se ganó el cargo, inmediatamente de llegar a Racing y a la selección nacional por su corrección, su don de gentes y su espíritu conciliador.
Pero lo importante y sugestivo es que, a todas esas virtudes que hubiesen bastado para elevarlo a la categoría de ídolo, el defensor agregaba las cualidades del futbolista, del excelente futbolista. Estampa recia, de juego aparentemente fuerte, jamás lastimó a un adversario. No rehuía el encuentro con el delantero pero iba al frente con nobleza; poniendo todo su vigor y entereza, mas sin que el físico gravitara en sus intervenciones. Cuenta con orgullo que cometió un solo foul penal (a Néstor Rossi, el día que este debutó en Ríver) en toda su carrera. "A pesar –agrega– de que me tocó marcar a hombres que me ocasionaron muchos dolores de cabeza.”

– ¿Quiénes fueron los que le dieron más trabajo?

– Me tocó una época difícil. Eran muchos los que sabían todas. Pero, casualidad o sugestión, hubo dos centrodelanteros que me hacían perder el sueño antes y después de cada partido: Arsenio Erico y Jaime Sarlanga.

– Dos jugadores para ver en un escenario y no en una cancha de fútbol.

– Esa es otra de las cosas inolvidables –prosigue Salomón–. El fútbol me ofreció un sinfín de satisfacciones de todo carácter, pero hay algo que afectivamente no me cansaré de agradecerle a la Providencia: haber tenido oportunidad de jugar junto a figuras de la jerarquía de Alberti, Sastre, Perucca, Pontoni, Martino, Méndez, el “Chueco" García, Loustau, Minella, de la Mata, Pescia. ¡Carlos Sosa! así, entre signos de admiración. ¡Qué jugadorazo!

La mención de tantos nombres prestigiosos, pone forzosamente en el tapete de la discusión la referencia con el presente. Pero Salomón elude el tema: “No quiero hacer comparaciones; solo sé que aquellos eran verdaderos fenómenos”.

Un día patrio y en La Plata

Fue el 9 de julio de 1916 y en la ciudad de las diagonales, donde nació José Salomón. Suele ubicársele en Remedios de Escalada, porque allí cumplió la primera parte de su extensa trayectoria. Aunque el primer club de barrio fue el “Burton", de Banfield. El pibe emigró en seguida a sus pagos, y "Juventud Libre” y "Escalada Villegas” supieron de la fuerza sin igual y ansias de triunfo del futuro gran capitán.

No se dio la lógica: el primer club oficial fue Banfield, pero transcurrió menos de un año y Salomón estaba con la roja y blanca de Talleres. Vivía en la zona desde los 10 años y sentía marcada simpatía por esos colores. Hizo su estreno en 4ª división en 1934, y ese mismo año le tocó suplir a Wilson en el elenco superior, enfrentando a San Lorenzo. Ocurrió en la temporada en que actuaron juntos Lanús y Talleres, de modo que había representantes de los dos clubes.
Esa tarde el adversario del Ciclón formó con: Pérez; Salomón y Máspero; Manfrin, Encina y Titonell; Pener, González, Alfonso, Troncoso y Romano. La pareja de backs dio que hablar y sus acciones fueron en alza permanente. Nada puede extrañar, en consecuencia, que los clubes grandes empezaran a mirar con buenos ojos hacia los pagos de Remedios de Escalada.

Las temporadas jugadas en Talleres solo consiguieron consolidar el prestigio de Salomón y Máspero. Hasta que a fines de 1938 Racing obtuvo el pase de los dos. El club de Avellaneda pagó 22 000 pesos por la transferencia de ambos. A nadie se le hubiese ocurrido separarlos. El rendimiento de uno y otro alcanzaba su más alto nivel estando juntos.

Sin embargo, el destino quiso separarlos. Y aunque continuaron siendo grandes amigos en la vida, ya no formaron la que parecía pareja ideal en el campo de juego. La suficiencia de Salomón eclipsó el estilo de Máspero. La presentación tuvo lugar en un partido contra San Cristóbal de Brasil y una práctica con la selección nacional. En ambos nocturnos Racing venció 8 a 1 al visitante y 3 a 1 al combinado.

Desde ese momento –y por muchos años–, el puesto que ahora se distingue con el Nº 2 tuvo titular: José Salomón. Ocurrió a fines de 1938.

Y también en el seleccionado

Sus actuaciones tuvieron una señalada línea de regularidad. Sin aparatosidad pero con solvencia; sobrio pero seguro; cada domingo “Salo” causaba mayor asombro. Su salto al seleccionado argentino fue casi inmediato, y allí, como antes en Racing, adquirió la capitanía por derecho propio. Nadie le discutió el puesto ni el título. Hubiese constituido una osadía imperdonable.
Su estreno internacional coincidió con el de Ángel Perucca: febrero de 1940, en San Pablo, por la disputa de la copa Roca. El primer partido terminó 2 a 2 y el segundo dio el triunfo a los colores celeste y blanco por 3 a 0. Argentina formó con: Gualco; Salomón y Valussi; Aragüez, Perucca y A. Suárez; Peucelle, Sastre, Luis Arrieta, Baldonedo y el “Chueco" García.

De ahí en más, y hasta 1946, la gallarda estampa de José Salomón siempre apareció al frente de nuestros seleccionados. Los sudamericanos y todos los internacionales que se disputaron en ese lapso contaron con su presencia. Con 44 intervenciones llegó a constituirse en el récordman de ese carácter. Solo en 1974, los amigos de las estadísticas afirmaron que Miguel Ángel Brindisi había superado la marca en un partido. Claro que la comparación se torna caprichosa, porque en la actualidad son en verdad mayores las oportunidades internacionales de jugar.

Epílogo de una campaña sumamente brillante

Puede afirmarse que el accidentado match entre argentinos y brasileños, disputado el 10 de febrero de 1946, constituye el cierre del ciclo más brillante de Salomón. Esa tarde, en River Plate, un encontronazo con Jair provocó doble fractura en la pierna derecha del recio zaguero. Fue a los 28 minutos del primer tiempo, y la situación originó un verdadero escándalo de proporciones. Marante entró a sustituir al titular. Otro cambio se produjo con el reemplazo de Strembel por Ongaro. Vacca, Sobrero, Fonda, Pescia, de la Mata, Méndez, Pedernera, Labruna y Loustau completaron el equipo que finalmente consiguió el título, imponiéndose 2 a 0 con goles del inolvidable delantero Tucho Méndez.

Por supuesto, la seria lesión requirió un largo proceso. Pero Salomón superó el trance y sobre el final de la temporada reapareció en la reserva de Racing. Jugando en esa categoría y frente a Huracán hizo su despedida de la casaca que defendió tantas veces y tan brillantemente.
Todavía quedaban cenizas en el fuego sagrado.

Desde Montevideo vinieron en su busca. Se incorporó a Liverpool y 1947 resultó una temporada de satisfacciones para él. La crítica coincidió en proclamarlo el mejor zaguero del campeonato. Le organizaron un agasajo y le entregaron una medalla que lo proclamaba figura de excepción futbolística sin que alterara su proverbial corrección.

Es uno de sus mejores recuerdos. Tiene otros de los que entran en la categoría de inolvidables. Por ejemplo, cuando después de enfrentar por primera vez a Bernabé, la "Fiera" le dijo: “Gracias, pibe; fuiste el que menos me dio". Recuerda entre sus más brillantes producciones el partido igualado 1-1 con River en 1944, y el que libró el seleccionado contra los chilenos en el Sudamericano de 1945.
En su puesto admiró a Domingos da Guía y se siente feliz porque el fútbol le proporcionó toda clase de halagos. Y se lo distinguió como "el gran capitán".

FICHA PERSONAL

Nombre y apellido: José Salomón.
Fecha de nacimiento: 9 de julio de 1916.
Lugar de nacimiento: La Plata.
Padre: Felipe Salomón.
Madre: Concepción Campagnoli.

Hermanos: Felisa, Luis, Juan, Yolanda, Blanca e Ismael.
Casado: con María Angélica García el 16 de diciembre de 1941.
Hijos: María Elena y María Cristina.

Comienzo amateur: Burton F.C.
Comienzo oficial: Banfield.
Trayectoria en clubes: Banfield en 1933; Talleres, 1934; Racing, 1938 a 1946; Liverpool de Montevideo, 1947.

Debut en 1ª división: en Talleres v. San Lorenzo en 1934.
Debut internacional: v. Brasil, febrero de 1940.
Partidos internacionales: 44.

Agradecemos el aporte del historiador brasileño Felipe Soutinho, ya que sin su inestimable y desinteresada colaboración, este posteo no hubiera sido posible. Gracias Felipe.

De paso, dejamos los link correspondientes a los dos posteos anteriores referidos a los jugadores de Talleres que fueron tapa de la revista deportiva que editara la Editorial Atlántida...

http://talleresdeescalada.blogspot.com/2008/03/jugadores-de-talleres-que-fueron-tapa.html


http://talleresdeescalada.blogspot.com/2008/05/jugadores-de-talleres-que-fueron-tapa.html



sábado, 17 de mayo de 2008

Jugadores de Talleres que fueron tapa de "El Gráfico" : Antonio Arrigó


Antonio Arrigó, fue jugador de Talleres entre 1940 y 1944.
En ese período, jugó 106 partidos. Su puesto , casi invariablemente, fué el de Back Izquierdo.
Carlos Wilson, durante 1940 y 1941, y Antonio Biniez, en 1942, 1943 y 1944, fueron sus compañeros de zaga central, hasta que pasó a Independiente, equipo en el que estuvo en 154 partidos entre 1944 y 1952.
Como siempre, agradecemos la colaboración del historiador brasileño Felipe Soutinho, que nos cedió gentilemente los artículos aparecidos en "La Cancha" y "Los Diablos Rojos".
TALLERES, RECUERDOS

"...De ese mi primer club tengo toda la emoción de mis primeros años por el fútbol. Ahí están las primeras felicitaciones que mi padre, sin expresármelas concretamente, me las hacía llegar, después de todos los partidos, cuando mezclado con otros padres seguía mi actuación. Según él, jamás me veía jugar, pero yo sabía que él estaba allí siempre. ¡Qué bueno y comprensivo fue en esos primeros años de jugador! Lo sigue siendo, pero ya más despreocupado. No vela por mi porvenir en la forma que lo hacía antes. Ahora soy todo un hombre hecho y derecho, por lo tanto debo ser yo quien cuide de mi modesto prestigio.
Cuando fui a Talleres, lo hice con todo gusto. Era ese club la continuación de mi barriada. Estaban allí los mismos amigos, los mismos afectos.
Tuve una variante. En Talleres me alisté de half. Sólo fue una temporada. Volví nuevamente a mi puesto de siempre. Back..."

LAS PRIMERAS TENTACIONES

"...Se decía por entonces que Talleres tenía la mejor defensa de todos los equipos que actuaban en la segunda división de ascenso. En realidad, habíamos logrado una mútua comprensión entre todos los muchachos, y jugábamos con tanta confianza que las performances que realizábamos nos dejaban siempre una enorme satisfacción.

Tal vez por ello que mis oídos empezaron a percibir ofertas tentadoras. Brillaba ante mis ojos todo el esplendor del porvenir que se me pintaba. No había vacilación en mi respuesta. Seguiré en Talleres, mientras este club me crea necesario. No tenía ninguna prisa por llegar a donde habían llegado otros muchachos con quienes habíamos compartido, en más de una vez, la inquietud de un horizonte más amplio. Soy de una sensibilidad extraordinaria. Me entrego íntegro. Por eso Talleres siguió siendo la continuación de los años infantiles..."

UNA LEGÍTIMA ASPIRACIÓN

- ¿Pero es que pensaba quedarse siempre en Talleres?

- Yo pensaba en estas reflexiones y, aceptando que tenía que alejarme de Talleres algún día, ¿a donde dirigiria mis pasos? Usted sabe que nosotros en la mayoría de las veces no vamos a donde deseamos, sino a donde nos empujan las circunstancias. Pero, pensando en ese fatalismo de tener de alejarme, ¿a donde iría? ¿Lo haría a donde yo soñaba...?

INDEPENDIENTE LO SOLICITA

"... Estábamos por finalizar la temporada del año anterior (1944) y una noche recibí una noticia que tenía la fuerza de una bomba. “Independiente ha hecho gestiones por tu pase” –se me dijo-. Quedé atónito. No respondí de inmediato y luego, pasados los instantes de sorpresa, inquirí: “¿Y qué dijo el club? ¿Se me daría el pase?” “Es cuestión de arreglar. Primero se te pedirá tu consentimiento, pero puedo asegurarte que Talleres, por ningún motivo, levantará obstáculos contra tu porvenir”. Cabizbajo regresé a mi casa. No comí aquella noche. Mi padre al notar la preocupación que dominaba, me llevó aparte, como para que no se enterara mi madre, pues suponía que el problema mío sería una “cosa de hombres”.

Fui parco en mis palabras. Le dije lo que se me había menifestado. Me contempló un instante y luego, paternalmente, como para darme valor, me expresó: “Vamos, muchacho, yo creí que se trataba de algo más serio, aun cuando este asunto tiene toda su gravedad. Es el umbral de tu porvenir. ¿Qué pensás hacer?”

- No sé, papá. ¡Quiero tanto a Talleres!...

- Esa es la vida, hijo mío. No todo puede resolverse en ella a puro golpe de corazón. También tendrás que alejarte algún día de nuestro lado, cuando formes tu hogar y por ello el mundo no se vendrá abajo. Esa es la realidad. Además se que tú lo quieres a Independiente y que alguna vez en tus cavilaciones has deseado jugar por ese club. ¿No es cierto?

- No es el caso por quien voy a jugar, padre. Usted sabe que ese ha sido un sueño en vida. Es por los que voy a dejar...

- Vamos, ánimo muchacho. Es tu propio porvenir que reclama esa decisión tuya y estoy seguro que los propios muchachos de Talleres te verán partir con alegría, porque envían a un club grande parte de ellos mismos. Es el destino de las instituciones chicas, y ya dirán si la suerte te acompaña: “Arrigo fue jugador de Talleres”. Ese es el único consuelo que les queda.

Ese diálogo con mi padre permanece fiel en mi memoria. No lo olvidaré nunca. Fue lo que me decidió a “enfrentar” a mis amigos para decirles: “estoy gustoso de jugar por Independiente”.
Se arregló el pase y ahora estoy en el tercer club para quien derrocho mis energías con el mismo cariño con que lo hacía en Burzaco y luego en Talleres.

SERENO Y SEGURO

Y repito, a los hombres serenos, cautelosos, dueños de sus propias posibilidades, que saben controlar sus impulsos, les está reservado el lugar prominente de los triunfadores.
Antonio Arrigo es un ejemplo viviente de este concepto. No cayó en la tentación apresurada. Supo esperar hasta que su destino, el destino que él estaba laborando, le indicara el momento oportuno para escalar la gloria. Y lo ha hecho con paso seguro sin un temor remoto al retroceso. Por eso está firme entre los cracks de nuestro fútbol.

(revista “Independiente – Los Diablos Rojos de Avellaneda” – nº 21 – 25 de octubre de 1945)
¿LLEGARÉ TAMBIÉN YO, COMO ÉL?...

En el mismo puesto y en el mismo club, Arrigo sueña con seguir la trayectoria de Salomón
Se había quedado prendado cuando vi jugar en la zaga a Salomón. El apenas si era un purrete y ya hacía escarceos en la zaga de cualquier club del barrio. Después pasaron cosas... Salomón se fue; también Máspero; y los de Talleres buscaron reemplazantes entre el piberío del club. Primero jugó en la cuarta, después en la especial y un día pegó el salto, ganó la segunda. Antonio Arrigo, en el extremo izquierdo de la zaga “tallarín” está dando que hablar, y tanto...

– ¿Lo vio jugar a Arrigo? ¿Y a Salomón? No se los pierda... Y después dígame si estuvieran juntos... ¡Qué pareja!...

Maduraron al calor en el mismo nido y ahora, a la distancia, su sangre, su estilo, su garra, demuestra palpablemente que salieron de la misma pichonera. Arrigo, que hoy es confianza, pilar y puntal de la segunda de ascenso, tiene una calidad de primera. Ese quite de los pies del contrario, la chilena que quiebra un gol y ese señorío en la zaga recuerdan al otro que se fue. Los de Talleres que saben que es bueno ya empiezan a temer. Los hinchas, naturalmente... ¿Qué temen? Pues, ¡qué alguien quiera formar la pareja!...

(La Cancha – nº 749 – 30 de setiembre de 1942)

miércoles, 12 de marzo de 2008

Jugadores de Talleres que fueron tapa de "El Gráfico"



Iniciamos una nueva sección, dedicada a aquellos jugadores surgidos de las divisiones inferiores de Talleres, que ilustraron la tapa de la revista "El Gráfico" en diversas ediciones, vistiendo otras camisetas.Además agregamos algunas notas referidas a esos jugadores, publicadas en otros medios.

Comenzamos con Jorge Titonell, cuando en 1943 vestía la camiseta de Huracán.

"El infatigable Titonell, motor en continua actividad, volvió a destacarse en la línea media del conjunto de Huracán."

(El Gráfico – Grandes Figuras del Año – 31 diciembre, 1943).

" Jorge Titonell fue uno de los típicos sacrificados del fútbol. Muy rara vez habrá figurado su nombre entre la retahila semanal que consagra “al mejor hombre de la cancha” y, sin embargo, rara también fue la ocasión en que su comportamiento dejó que desear. Titonell fue un caso de honradez futbolística, ya que jamás regateó su esfuerzo ni reguló su dinamismo en la defensa de los colores del Parque Patricios. Esta característica del mediozaguero de Huracán fue, quizá, su contra mayor. Batallador por instinto, no sabía ni quería saber de alardes efectistas que deslumbran a la tribuna, si ellos conspiraban contra la seguridad del equipo. Tenía su acción un perfil recio, tal vez careciendo de la depuración que es atributo de los técnicos, pero puede que ese empeño de ser útil, ese propósito insobornable de defender a cualquier precio haya impedido a Titonell aplicarse a pulir su modo de jugar. Dicho y redicho está que los díspares se complementan: el binomio Alberti – Tittonel lo justificó; la serenidad y colocación del zaguero se veía acrecentada por la labor de hostigamiento que realizaba el half."


(La Cancha – 16 de mayo de 1945)

Una vez más, agradecemos a Felipe Soutinho, la cesión de los artículos de "La Cancha", y de "El Gráfico"

sábado, 3 de noviembre de 2007

Talleres de Primera...


...vamos a recordar una victoria del equipo de Escalada sobre su vecino y eterno rival, en este caso , hablamos de la fecha inagural de la Copa Competencia de 1936, nombre que designó a la primera Rueda del torneo de ese año. Talleres desarrollaría una buena campaña durante las fechas iniciales, peleándo la punta con San Lorenzo y River.
Agradecemos la colaboración de Fernando Nahuel Godoy, un tallarín de ley, quien nos envío la imagen que ilustra la nota, y una serie de fotos que estaremos subiendo a la brevedad... ¡Gracias Fernando!
Carlos Armando Wilson, tendría una destacada participación en la Copa Competencia, lo que le valdría pasar a Boca...

Este es el relato de Diario La Nación , correspondiente a la página 3, de la edición del Lunes 6 de Abril de 1936




Escasa trabazón mostró Talleres frente a Lanús


El dominio que ejerció el conjunto vencedor le significó el triunfo por 2 tantos a 1



La expectativa que provocó en sus parciales el cotejo entre Talleres y Lanús, que ayer dirimieron supremacías en el field de los segundos, se tradujo en la gran cantidad de espectadores que tomaron ubicación en sus amplias tribunas, deseosos de comprobar el verdadero estado de los jugadores de sus simpatías y las probabilidades con que pueden contar los respectivos conjuntos en la disputa del campeonato.

Digamos, desde el comienzo, que ambos cuadros no acusaron valores nuevos destacables en sus lineas. Los vencedores, que en general actuaron con mayor precisión y eficacia que sus adversarios, demostraron escasa trabazón en sus líneas debido principalmente a las fallas de sus halves, quienes a pesar de su entusiasmo, poco hicieron para secundar los esfuerzos realizados por los delanteros, especialmente González, Timón y Lorenzo. En el terceto posterior sobresalió Wilson por sus acertados quites y oportunas intervenciones; Salomón secundó bien a su compañero de línea y en cuanto se refiere al guardavalla, su desempeño fue solo discreto, pues demostró poca seguridad en sus intervenciones.

El equipo de Lanús tuvo su principal puntual en Baigorria, quien, bien complementado por Vidal, desbarató gran cantidad de avances de los jugadores visitantes .Severino resultó ser el hombre más discreto de la línea media y en el comienzo del segundo período, que fue cuando su equipo cobró mayor aplomo y eficacia, colaboró decididamente con los forwards en sus tentativas hacia la ciudadela rival. Los delanteros abusaron del juego individual y remataron desviadamente la mayoría de sus cargas, lo que facilitaron la labor de los defensores contrarios.

El macht

A las 15.10 inició las acciones Timón con un pase a González: se adelantó enseguida el winger visitante y cedió la pelota a Lorenzo quien al pretender pasarla a Manoni, lo hizo con demasiada fuerza, por lo que salió afuera del campo de juego.

Poco después, Vales puso en acción a González, quien al pretender rematar la jugada, con muchas probabilidades de éxito fue despojado por Baigorria, de brillante forma.

A continuación, una carga de Picaro fue detenida por Wilson, quien incurrió en hand. La infracción la hizo efectiva Ducca con un shot escasamente desprovisto de puntería.

Lorenzo dirigió, acto seguido, un violento tiro hacia el arco local, lo que obligó a Vidal a ceder un corner. El puntapié de esquina lo ejecutó Vales sin resultados.

Poco antes de finalizar el primer tiempo, Valido incurrió en foul contra Vales.
El tiro respectivo lo dirigió el mismo Vales en forma violenta, pero la intervención oportuna de Vidal despejó el peligro.

Reanudadas las acciones, luego del descanso de práctica, Severino puso en juego a Martínez, quien viendo mejor ubicado a Passeggi, le hizo llegar la pelota de inmediato: el winger local ejecutó entonces un medido centro que provocó un entrevero frente al arco visitante del que sacó provecho Alfonso, quien dejó la pelota en la red mediante un remate corto y rasante, cuando aún no se habían cumplido dos minutos de lucha.

A renglón seguido se produjo una nueva carga de Talleres que finalizó Lorenzo con un recio tiro cruzado que fue bien neutralizado por Pérez. En el sector contrario, casi inmediatamente después, Otonello debió intervenir ante un fuerte remate de Alfonso.

A los 24 minutos, Manoni remató un avance visitante con un centro ajustado que tomó Vales en forma cruzada para anotar el empate.

Cuando faltaban seis minutos para finalizar el cotejo, Wilson puso en acción a Titonell, quien, sin pérdida de tiempo, adelantó la pelota a Timón, cuyo violento shot alto venció por segunda y última vez la defensa del guardavallas local.
Talleres:
Otonello;
Wilson y Salomón;
Mariani, Angeletti y Titonell;
Manoni,A. Lorenzo, Timón, A. González y Vales.