miércoles, 12 de agosto de 2009

Lamanna no piensa moverse de Talleres



Hugo Lamanna es el máximo goleador de Talleres en Primera División.


Surgido de las divisiones inferiores albirrojas, jugó también en Independiente, Vélez Sarsfield, Brasil, Italia y Francia.


Reproducimos una nota que le realizó la revista "La Cancha" en 1936.

"Lamanna no piensa moverse de Talleres"


Era back. Lo pasaron de centro forward e hizo dos tantos. Fue una acertada de Juan Perinetti, y desde ese momento quedó convertido en delantero.


La entidad de Remedios de Escalada iba mal en 1928, y con ese cambio consiguió en tres encuentros –que eran los que faltaban para terminar el certamen- nada menos que cinco puntos, contra rivales de consideración y siendo obtenidos todos los tantos por Hugo Lamanna...


Por un capricho, y pensando en un futuro rosado, se fue a Junín en 1929, y volvió al año siguiente por causa del servicio militar.


Reapareció en Talleres contra Argentino de Quilmes e hizo los dos goles del match...



Y viene lo bravo. En noviembre de 1932 pasó a Independiente, y debutó en las filas rojas en 1933. Su actuación fue inconclusa, como la sinfonía...

- Me fue muy mal, y las razones me las guardo, por cuanto ya son del dominio público... No hay por qué repetirlas...


Así me dice Lamanna cuando le interrogo sobre la sinfonía que quedó por la mitad, en su traspaso al club grande...

- Después me suspendieron, y entonces fui al Brasil, donde jugué once meses por el Vasco da Gama. El fútbol de allí es bueno; más de conjunto y con un estilo parecido al de San Lorenzo de Almagro. Tiene en su contra el ser demasiado fuerte, y por eso yo me encontraba incómodo en las primeras actuaciones.

Hace una pausa, recuerda, y sigue con sus añoranzas:

- Toda allá es lindo, y hay mucha camaradería. También tienen jugadores notables, como Leónidas, que no tiene nada que envidiar a los de aquí. Otra prueba está en Domingos da Guía, a quien conocen todos los aficionados, y en Waldemar, que en los escasos matches en que jugó demostró su calidad.

En nuestro viaje charlero nos vamos a Italia.

- Tenía una propuesta del Lazio, que consistía en veintiún mil pesos, pero se demoró el trámite y se perdió. Volvieron a verme los del Bologna, y cuando me iba a ir, resultó que se declaró la guerra...

Me observa y sonríe:

- De un lado fue un bien, porque después me solicitaron los de Talleres a Independiente y éstos accedieron, pudiendo yo verme otra vez con la querida casaquilla albirroja... Reaparecí en Talleres contra Boca Juniors, y empatamos dos a dos. Hice los dos goles. A mí me pusieron de cábala, porque tengo la suerte de que siempre le he hecho tantos a los xeneixes. En Brasil, jugando para el Vasco, les hice cuatro...

- ¿Y su reaparición en Independiente, que se anunciaba para el nocturno?

- Quedó para mejor ocasión. Yo me estaba entrenando, pero cuando fui llamado a integrar el equipo, resulta que tenía una lesión, y no pude jugar.

- ¿Y ahora?...

- Espero que me concedan la transferencia provisoria para seguir fiel a Talleres, a quien aprendí a querer desde las divisiones inferiores...

- ¿A Italia no?...

- Son rumores y nada más... hay mucho peligro ahora. Si él pasa y vuelve la tranquilidad, todo puede ser... Por ahora sólo tengo un pensamiento, y es continuar siendo de utilidad a mi querido Talleres.

Hugo Lamanna, el cañonero codiciado, es un fiel admirador de los albirrojos de Remedios de Escalada. Desprecia las primas fabulosas que ofrecen los italianos, porque prefiere el calor de hogar que reina en Talleres. Sus sencillas palabras atestiguan ese cariño, que lleva pegado en el alma:

- Por allí han dicho que yo nací en Junín, y que mis primeros pasos en el popular deporte de las patadas los di en ese lugar... ¡Hasta me han endilgado un club y todo!... Aprovecho entonces para hacer la aclaración. Nací en Remedios de Escalada, y mi primer club fue Talleres. Por eso lo tengo tan metido en el corazón...


Este reportaje fué realizado por el periodista Roh-Mae, y fué publicado en la revista La Cancha, en su número 412 del 18 de abril de 1936.



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