viernes, 24 de septiembre de 2010

Juan Gregorio González


Juan Gregorio González fue arquero de Talleres entre 1934 y 1937, años en los que el equipo de Escalada participó de Primera División. Las crónicas de época lo califican como un arquero arriesgado y volador, de atajadas espectaculares; un guardameta a tono con el espíritu de un equipo luchador como Talleres, generalmente acostumbrado -según los comentarios periodísticos de esos tiempos- a arbitrajes parciales a favor de los equipos más poderosos.


Se contactó con nosotros Rúben González, sobrino del mencionado cuidapalos tallarín, quien nos contó la historia de su tío, y muy gentilmente nos cedió su archivo, que ilustra esta nota, quedándole muy agradecidos.

Nos satisface que se contacten para compartir con todos los seguidores de este sitio estas historias personales y familiares, que de otra manera se perderían en el testimonio verbal o en el olvido.
Les pedimos a los familiares o amigos de ex-futbolistas de Talleres, que se comuniquen con nosotros. Serán bienvenidos, y desde este lugar tendrán el merecido reconocimiento por haber vestido la casaca albirroja allá lejos y en el tiempo.


Compartimos los datos estadísticos referidos a Juan "Cortina" González:

González, Juan Gregorio: Desde 1934 en Talleres cuando estuvo en la cuarta especial de la Unión Talleres-Lanús de ese año. Luego fue arquero de la primera de Talleres en 1936, en 18 partidos en los que le marcaron en 43 ocasiones.

Ese año estuvo presente en el partido que Talleres perdió 2 a 1 con San Lorenzo en Escalada. La sanción de un tanto a favor de los visitantes que no había sido legítimo, motivó incidentes en las tribunas, que le costaron a Talleres la suspensión de su afiliación a la A.F.A. por 1 mes período en el que perdió los puntos de todos los partidos de ese lapso. En 1937 atajó 4 partidos en los que recibió 12 goles.

El guardameta dejó forzadamente el fútbol, debido a que durante un encuentro jugado en una tarde fría y lluviosa, se enfermó y contrajo un edema pulmonar, lo que obligó a su retiro a las sierras de Córdoba para reponerse.

El Testimonio de Rubén González

Su sobrino Rubén estuvo presente esa tarde frente a San Lorenzo, y a pesar de ser un niño, recuerda perfectamente aquellos sucesos: " Todo se originó por un gol que dió Forte, que estaba en la mitad de cancha parado, y a la pelota le faltaba un metro para ingresar a la valla de mi tío. El árbitro del partido, Forte, se salvó de una muerte segura, cuando el Monseñor Di Giorno le dió refugio en la iglesia de la avenida Rosales, pero no se salvó de una golpiza que le propinaron los simpatizantes de Talleres. A Cavadini jugador de San Lorenzo, le dieron vuelta el auto, y el propio presidente de Talleres, el doctor Gandolfo, hizo algunos disparos de bala desde la tribuna. A partir de ese episodio, los jueces se ensañaron con Talleres, y lo perjudicaron hasta mandarlo al descenso. Esta situación de jueces parciales, se mantuvo por unos años, cuando Talleres ya estaba en Primera "B"."


Compartimos una imagen del encuentro disputado el 11 de Junio de 1936. Se aprecia lel lleno total de la tribuna de Rosales, ocupada por los simpatizantes del equipo de Boedo.


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