jueves, 24 de abril de 2008

Ramón Gazzaneo


Gazzaneo, Ramón. Half derecho. En Talleres desde 1935 (27 partidos). En 1936 disputó 24 encuentros. Estuvo en 29 partidos en 1937, y en 1938, jugó 29 veces. Sus 107 partidos en Talleres fueron en la misma posición.
Continuó jugando en Talleres en el campeonato de Ascenso de 1939 (15 presencias, de un total de 16 partidos). En 1940, retornó a Primera División para jugar 9 partidos en Huracán.


De San Cayetano, partido de Necochea. Pasó a González Chaves, donde jugó para Independencia.Intervino en la disputa de la Copa España, donde logró el título de campeón(1934).


Dice Gazzaneo

"También llegamos a la final de 1934, para venir a Buenos Aires por la disputa del Campeonato Argentino, pero resultó que cuando íbamos a disputar el cotejo, resulta que se fusionaron las dos asociaciones y nos quedamos afeitados y sin visita..."


Ramon Gazaneo recuerda perfectamente quien lo trajera de Necochea a Buenos Aires. A Remedios de Escalada mejor dicho. Eduardo Salvatore fue y no sólo resultó un buen dirigente de Talleres, sino un gran amigo y asesor. Debutó en la primera de Talleres contra Argentinos Juniors, y tuvo que marcar nada menos que a su comprovinciano Devizia, que ya había venido antes que él a la conquista de la veleidosa Buenos Aires.
- ¿Y?
- Ganamos 3 a 1, y formé la línea media de los de Escalada con Angeletti en el centro y al costado izquierdo con mi actual compañero de Talleres, Tittonell.
- ¿Estuvo allí?
- Hasta el 1938, en que descendimos de categoría. Seguí un año más en segunda división y después...
- ¿Después qué?
- Decidí no jugar más fútbol. Me había vuelto a Necochea, dispuesto a trabajar y olvidarme del popular deporte. Pero Huracán se interesó por mis servicios. Vinieron a buscarme a Necochea, pero me negué. Al final me convencieron. Justito el día que se cerraba el registro de pases, estampé mi firma por los de Parque Patricios, por cuatro partidos a prueba.
- ¿Convenció?
- Parece. Porque antes de cumplirse lo estipulado, se pagó mi transferencia, y quedé de hecho convertido en jugador huracanense.
- ¿Debutó?
- Contra San Lorenzo, en el partido de las broncas que se empató 3 a 3. Marqué a Waldemar y Núñez, y lo hice bastante bien.
- ¿Y quedó efectivo?
- No. Me rebajaron de categoría. Dos o tres partidos en la reserva y volví al círculo privilegiado, en otro cotejo “facilísimo”. Nada menos que contra Boca Juniors... Y...
- ¿Y qué?
- Otra vez hubo líos...
- Pero usted está predestinado...
- Sí. Dígalo nomás. A debutar contra equipos poderosos y que se produzcan broncas, ¿verdad?...
- Verdad.
- Pues bien. Contra Boca Juniors empatamos 2 a 2, y marqué a Gandulla y Emeal Jugué pésimamente. Fue mi peor partido.
Y Ramón Gazaneo, ante el recuerdo, se pone serio. ¡Si habrán hecho cosas raras aquel día Gandulla y Emeal!...
Antes era insider, como habrán podido ver. ¿Y cómo se transformó en half entonces? Pues bien. Una tarde, estando en una práctica para integrar el seleccionado de Tres Arroyos que debía venir al campeonato argentino, decidieron ponerlo de half. Y allí quedó.
- ¿Sintió el cambio?
- ¡Qué esperanza!
- ¿Y si tuviera que volver de insider?
- No serviría. Hace ya cinco años que no ocupo ese lugar. ¡Y me olvidé de gambetear!... Imagínese que cuando quiero hacer una moña, no me sale...
- ¿Está contento con su puesto?
- Sí y no. Más me gustaría de back. Me parece más descansado. Una vez jugué y gusté mucho según dicen. Me encantaría volver a hacerlo.
Tiene Ramón Gazaneo sólo 26 años. Y recuerda a medida que me va contando, cosas interesantes de sus primeros tiempos.
- Jugando de insider para Independencia de González Chaves, marqué 14 penales seguidos. Pero el día que erré uno, no quise patearlos más.
- ¿Superstición?
- Algo de eso. Patear un penal es mucho compromiso y el placer que se goza es bien poco...
¿Vieron?... ¡Cuánta razón tienen las palabras de Gazaneo!... ¡Cuánta!...

Quería ser farmacéutico. Cuando era pibe, en Necochea, trabajaba en una farmacia, y de ahí arranca su berretín por ponerse el guardapolvo blanco, entender la difícil letra de todos los médicos, y fabricar la receta. Pero abandonó esos deseos. ¿Saben por qué? Debido a que siendo farmacéutico, casi todos los domingos tenía que trabajar, y eso conspiraba contra sus deseos de jugar fútbol. ¡Y prefirió entonces el fútbol al hobby de ser farmacéutico!...

Una vez hizo un gol fantástico. Integrando el equipo de Talleres, Gazaneo fue hasta Tres Arroyos, donde la institución de Remedios de Escalada efectuó un match contra un combinado local. Ganaron 3 a 0. Y el primer gol lo marcó el hoy half de Huracán. Pero su asombro no tuvo límites. Ni él creía que se había convertido, tanta era la distancia. Y me lo dice:
- Tiré a la bartola. Que fuera donde fuera, y me di vuelta. Cuando llegué a mi puesto, los compañeros me abrazaban entusiasmados... Había marcado el primer gol de la tarde.

Está encantado de Huracán. De los dirigentes, de los hinchas, y muy especialmente de los compañeros.
(E. A. Mhor – La Cancha – nº 667 – 5 de marzo de 1941)


Agradecemos la cesión de la entrevista a Felipe Soutinho, que desde Río de Janeiro, ayuda a crecer el blog, y a develar aspectos desconocidos del pasado de los futbolistas de Talleres que jugaron gran cantidad de partidos en Primera División.

2 comentarios:

ignacio marlats dijo...

soy de san cayetano la tierra de ramon gazzaneo y qujisiera si me pueden aportar mas datos sobre la pasada de ese gran jugador por el club talleres, ya que es el único sancayetanense en jugar en la primea division del futbol argentino. gracias. Igancio Marlats

Ariel Cappelletti dijo...

Ignacio , muchísimas gracias por haber dejado un comentario.
Te comento que debido al paso del tiempo, es muy difícil conseguir material de los jugadores de Talleres que pasaron por el club, hace casi 70 años, pero es posible que posea algún archivo más, sobre todo 2 o 3 fotos en las que Ramón Gazzaneo aparece integrando el equipo, escribí a la direción de mail que figura a tope de página, y por intermedio del correo electrónico, vemos de que manera se puede llegar a satisfacer tus inquietudes

Un abrazo y nuevamente gracias
Ariel Cappelletti