La revista "Talleres siempre adelante" publicó en diciembre de 1945, un número especial dedicado a los campeones de 1925, en ocasión de cumplirse el vigésimo aniversario de aquél ascenso.
Compartimos los testimonios de dos socios albirrojos que presenciaron el histórico partido.
Los noventa minutos del gran match final, a través de un comentario sintético por los socios testigos del mismo.
Gerónimo Emiliano
Recurrimos al Sr. Gerónimo Emiliano, miembro de comisión en aquel entonces y socio Nro. 22, que dicho sea de paso ha sido nombrado vitalicio, para que nos diera impresiones sobre la actuación de Talleres en el primer tiempo, y en base a ella se hacía presumir el triunfo final.
Recurrimos al Sr. Gerónimo Emiliano, miembro de comisión en aquel entonces y socio Nro. 22, que dicho sea de paso ha sido nombrado vitalicio, para que nos diera impresiones sobre la actuación de Talleres en el primer tiempo, y en base a ella se hacía presumir el triunfo final.
"Con respecto a la primera etapa, he de manifestarles que el juego no alcanzó un nivel técnico preponderante, pero eso sí, acusó en los veintidós jugadores un entusiasmo y empuje que suplió la calidad. Talleres actuó bien en los primeros 45 minutos, aunque sus hombres lo mismo que sus rivales, eran presa de un estado nervioso, propio de ese encuentro, que conspiraba a su desempeño normal.
No obstante ello, la actuación de Talleres en lo que fue el primer tiempo, hacía vislumbrar el triunfo final y prueba de ello fue a los 17’ de este, no tenía chance alguna, pues su acción quedaba anulada dada su colocación opuesta al lugar que entraría la pelota, surgía Nouche, consciente del peligro que se cernía sobre su arco, y con una espectacular y providencial chilena, salvó el gol hecho, ahogándolo en la garganta de los hinchas de Talleres. Se destacaron en Talleres; Perinetti, Ravizza, Viegas y Serramía."
Juan B. Rossi
Prosecretario y delegado al mismo tiempo, de la cuarta división que se clasificara campeón ese mismo año del ascenso, tiene palabras de elogio para nuestra revista, realizado para dar al pueblo de R. de Escalada, y a la hinchada de Talleres en general, este número especial que constituye todo un documento gráfico. Enterado de nuestro fin, se dispuso a contestar inmediatamente las preguntas que les formulamos.
Estaban en inmejorables condiciones físicas y morales. Luciendo excelente estado atlético y con mucha fe en la victoria. Además su magnífica campaña, que precedió a la final con San Telmo, daba una prueba fehaciente de su capacidad técnica y poderío de conjunto.
Y ello sobraba para ostentar optimismo, pese al antecedente poco grato de dos malogradas finales, de los años 1923 y 1924. Pero esta era la vencida, así nos aseguraban ellos. No hay dos sin tres, decían y en la tercera primero nosotros. Y no se equivocaron.
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